jueves, 1 de mayo de 2014

CASCARITAS

- Lo mejor del fútbol es que puedes jugarlo casi donde sea. Sólo necesitas tus pies y algo para patear: un bote, una piedra, una taparrosca. Da lo mismo- decía con singular entusiasmo Leonardo.

- Sí cabrón ¡Pero tú ni juegas!- Contestó Edmundo (“Mundo”) con burla- Juega más mi hermana que tú.

Ese hecho era cierto. Brenda, la hermana de Mundo era excelente futbolista. Edmundo y su padre siempre elogiaban sus jugadas y movimientos cuando echaban retitas en el patio de su casa. De vez en cuando, los domingos en las mañanas, iban a jugar a la unidad deportiva del pueblo, cercana a su casa. El talento de la joven, sin embargo, sólo era conocido en su hogar. Nunca se había presentado la oportunidad de que alguno de sus tíos (a los que les encantaba el fut) o tías la viera en acción.

*SEÑOR DEL ALTAVOZ: Cambio de narrador. Sale omnisciente, entra Brenda en primera persona.*

Es cierto. No se ha presentado la ocasión de jugar frente a mis tíos. Son unos machistas a más no poder. Además, le van al América. Por mí no habría problema, pero reto a cualquier aficionado de los Pumas (como yo) a pasar más de media hora hablando con 5 americanistas. Apuesto a que no tardarán en decir “¡pinches gatitos!”. Por eso mejor me retiro cuando hay reuniones en mi casa o hay fiesta familiar. Me voy a otro lado cuando se ponen a platicar mis tíos, mi hermano Mundo y mi papá.

Tampoco voy con mis tías ni las demás señoras, se la pasan hablando o de telenovelas o de chismes que oyen en el mercado. Si mi mamá me habla o me pide que la ayude con algo, pues voy; pero sólo lo hago y ya. Prefiero pasar el tiempo con mi prima Julia, va en la misma prepa que yo pero dos semestres atrás; me habla todo el tiempo de los tipos que le gustan. Aunque no es lo que más me interesa, me entretengo mucho escuchando sus anécdotas.

Ya dije que le voy a los Pumas, pero lo cierto es que casi no veo fútbol en la tele. Ni mexicano, ni español o inglés, tampoco La Champions. No lo veo porque casi siempre tengo otras cosas qué hacer, pero sobre todo, porque siempre he pensado que es mejor jugar que ver. Es más sano, y para mí, más divertido. Nunca he jugado en un equipo porque las chavas de aquí son muy cerradas (“¡Ay, no! Ése es juego para hombres” dicen). Por eso tampoco se ha lanzado una convocatoria de algún torneo femenil.

*SEÑOR DEL ALTAVOZ: La banca anuncia cambio. Sale Brenda, entra otra vez el narrador omnisciente.*

- Wey ¡Qué pedo! ¿Sí vamos a armar equipo de baby?- preguntó Leonardo emocionado.

- Ah chingá ¿Para qué o qué? ¿Hay torneo?- Edmundo estaba perdido.

- ¿No has visto la convocatoria?- Leo señaló una hoja pegada en la pared del pórtico de su escuela:

LA LIGA MUNICIPAL DE BABYFUT




C O N V O C A



A todos los interesados en participar en el próximo torneo juvenil a celebrarse entre los meses de mayo y septiembre del presente año para que formen sus equipos de por lo menos 7 integrantes.

Los registrados deberán tener una edad de entre 15 y 30 años.

La junta oficial e inscripciones se realizarán el día 10 de mayo de 2014 a las 16:00 hrs. en Av. Hidalgo No. 128 de esta población.

El cargo por inscripción de equipo será de $ 300. En la reunión se hablará de los premios, costos de arbitraje y plazos de pago.

ATTE.

Regiduría de Cultura y Deporte de este municipio




Edmundo se puso a buscar a sus amigos. Leonardo tendría que estar en el equipo (ni jugaba, pero era él quien había avisado, ya qué), aunque seguro estaría la mayor parte del tiempo en la banca.

Faltaba un día para la junta. Ya estaban los 7 integrantes del requisito pero querían tener a más gente por si alguien se lesionaba. Nadie confiaba en las capacidades de Leo.

Por la tarde, Mundo fue a ver a los gemelos Contreras. Ese par solía ser bueno para el baby, pero eran muy fresas y por eso casi no los invitaban: tenis limpiecitos de marca cara, jerseys originales de equipos extranjeros, siempre cooperaban para el arbitraje con billetes de a $ 200 y nunca les faltaba su bebida rehidratante embotellada sabor lima-limón.

Los Contreras aceptaron gustosos formar parte del equipo. Mundo quedó contento. Su registro se realizaría sin contratiempos pues también consiguió el dinero para la inscripción de manos de todos los miembros.

El sábado 10 de mayo, media hora antes de la junta, Leonardo llegó corriendo a casa de Edmundo.

- ¡No chingues! Los Contreras me avisaron que ya no van a entrar con nosotros. Que porque su jefa se los prohibió porque uno de ellos se fracturó el tobillo el año pasado. Sí son delicados pero yo creo que alguien más los jaló para otro equipo. Mamones ésos ¿Y ahora cómo le hacemos?

- No hay bronca. De todos modos ya estábamos compl…- Mundo no acababa de hablar cuando de pronto sonó su teléfono celular. Un WhatsApp:

MUNDO, KARNAL. ME VAS A DISKULPAR PRO NO PUEDO JUGAR CON UDS. VINO MI TÍO DE LOS ANGELES Y ME VA LLEVR AL GAVACHO. NO SE CUANDO REGRESE. PRDON.

- ¡No mames! Ora sí nos fregamos. El Meño tampoco puede- Edmundo estaba irritado- Falta menos de media hora y nos falta un jugador.

- Uta ¿y ahora?

- Dice mamá que si no vas a comer antes de que te vayas- Brenda apareció en la puerta.

- ¿Quieres jugar en el baby con nosotros?- preguntó Leonardo, no sabía ni por qué se le había ocurrido.

- ¡¿Estás pendejo?! ¡Cómo va a jugar una mujer con nosotros! Se van a reír- Mundo explotó.

- Siempre estás chingue y chingue con que tu carnala juega mejor que yo. Además, en la convocatoria no se especifica que sea liga varonil. Deja que conteste, wey.- Leo se había convencido a sí mismo.

- Pues no sé. Creo que sí- A Brenda la invitación le pareció sorpresiva, pero no dejaba de atraerla. Era buena idea desafiar estereotipos.

- Pinche Brenda, donde empiecen de perros los de la liga, busco la manera de sacarte del equipo y meter a alguien más- Mundo no cabía del coraje pero parecía ser su única salida.

- Sí, hombre- su hermana le dio el avión, volteó y lanzó una sonrisita para Leo.

En la junta, cuando se conoció la alineación del equipo de Mundo y Leo (Los Molcajetes), todos se soltaron a reír. No podían creer que una mujer estuviera dispuesta a jugar entre todos ellos. Nadie creía tampoco que ellos hubieran aceptado.

Edmundo se irritó a lo bárbaro. Discutía fuerte con Leonardo y éste le recordaba que había dicho que buscaría sustituir a su hermana si se presentaban inconvenientes.

Mundo se controló. Dejaría que la liga comenzara su curso.

En el primer partido, Brenda llegó puntual, incluso antes que su hermano. Leonardo ya estaba ahí, había observado el partido que estaba por terminar para dar paso a su juego. Los dos equipos estuvieron listos: Molcajetes VS Niupi. El árbitro silbó y arrancó el juego.

El control de balón de Brenda era increíble. Sus jugadas y gambetas dejaban parados a los jugadores de Niupi. Uno de ellos intentó barrerse con un juego sucio evidente pero Brenda se quitaba los golpes de manera impresionante.

Tiro raso y gol al ángulo de la joven entusiasta. El público que veía se burlaba de Niupi con chiflidos y varios “híjole mano ¿no que no?”. Molcajetes ganó ese partido con marcador de 8-3. Cinco anotaciones estuvieron a cargo de Brenda y tres fueron de Edmundo.

Conforme pasaban los encuentros, Brenda se iba ganando el cariño del público. Era un espectáculo ver sus jugadas. “Los maravilla” llamaban a los hermanos futboleros, Edmundo se entendía muy bien en la cancha con ella. Todas las cascaritas que habían jugado en su patio y en la unidad deportiva rendían frutos.

Molcajetes llegó a ser campeón del torneo. Brenda fue segundo lugar en la tabla de goleo, Leonardo el amante callado de la joven futbolista y el público ahora apoyaba la idea de impulsar a que sus hijas jugaran y se formara una liga femenil.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja tu comentario-crítica-sugerencia-castre-emiticón o lo que sea. Es bien recibido.